Ostentoso mi Cerebro

Cuando uno está embutido en un ambiente obsesivo relacionado con arte, comercio, ideas, esnobismo, apariencias, ventas, estilos y sobretodo apariencias, sin darse cuenta empiezas a salir de ahí y verlo en 3ª persona.

Esto de la publicidad tiene sus pros y sus contras, porque por un lado, está muy relacionado con el marketing, que es lo que me gusta; estudiar mercados, buscar estrategias de ventas, de promoción, de enganches, de fidelización, etc. Pero por otro lado, está el área humana de la creatividad, que si bien es un pasatiempo muy entretenido, es de muy baja trascendencia y desarrollo, y lo que menos me agrada es el ambiente social.

Hablo de personas muy preocupadas de su apariencia, de aparentar una imagen física y una imagen personal bastante cuadradamente definida. El creativo tipo, se esfuerza apoteósicamente por mostrar ser una persona muy jovial, de una mente muy flexible, que todo lo hace de manera “creativa e ingeniosa”, que hasta la forma de ponerse los zapatos es “creativa e ingeniosa”. Esto se refleja de forma impresionante en las mismas agencias de publicidad y más aún en las arribistamente llamadas “boutique creativas”, consistentes generalmente de dos amigos que se dedican a vender sus brillantes ideas (empresas de corta duración básicamente creadas por recién egresados que esperan un golpe de suerte).

Me impresiona; están inmersos en un mundo que les exige ser creativos, pero se esfuerzan en aparentar ser creativos, no solo serlos. Por ejemplo, fijémonos en los nombres de dichosas agencias: “Brother”, “Monstro”, “180 Grados”, “4 Monos”, “Promoplan Publicidad”… ufff, ¿no notan algo extraño?, probablemente hasta aquí para algunos siga siendo normal; vamos a ejemplos aún más explícitos y delatores: “Creart”, “Leche”, “Marcas y Conceptos”, “Cabeza de Pescado”. Si bien hablo de agencias dedicadas a la creatividad, veo una falta y mal uso de ésta escalofriante; las empresas más exitosas tienen nombres como “McCann Erickson”, “BBDO”o “Lowe Porta”, no necesitan ostentar creatividad.

Veamos, soy un publicista, reúno un grupo de recién egresados y nos proponemos crear nuestra propia agencia de publicidad, tenemos que pensar un nombre y somos un grupo de creativos, por lo tanto, tenemos que poner un nombre creativo… aquí ya empezamos con los problemas, si todas las agencias se ponen un “nombre creativo”, entonces, ¿ya no es tan creativo ese estilo o sí?; sigamos. Si se fijaron en las empresas que nombré, es muy fácil darse cuenta que se trata de una fórmula muy simple; usa una frase o palabra que no tenga nada que ver con una empresa seria, o simplemente mezcla palabras relacionadas con el medio.

Mi empresa se llamará “Mesa”, se llamará “Patilla”, se llamará “Malnacidos”, se llamará “Gota de agua”… se llamará “Creative Blast”, se llamará “Open Mind”, se llamará “Nuevaidea”, se llamará “Chispazo”.

¿No es patético?, para mí sí; es como los nombres en inglés para las empresas nacionales, en ese contexto muchos dirán sin problema “claro, suena chulo”, pero como ahora hablo de agencias de publicidad, pasa a ser “pero si son creativos, y ese es un nombre creativo, son cool”. Curioso.

Por lo mismo, con mi compañero habitual de grupo para mis ramos de campaña, decidimos parodiar a estos “creativos” y también pusimos un “nombre creativo” a nuestra agencia.

Nuestra agencia se llama “Agencia Publicitaria” o en ocasiones “Publiagencia”, y nuestro eslogan es “Una agencia creativa, de mentes jóvenes, con ideas frescas, para un mundo cambiante” (en el fondo, una síntesis de clichés utilizados por las agencias reales).

¿No será mucho Luisín?

P.D.: Todavía no me lo creo... ¡Creart!