09 agosto 2006

Sin cargas

Las personas tienen problemas, no es algo fuera de lo común, ni algo catastrófico si lo pensamos. Todo lo que hacemos podríamos verlo como la solución a un problema, los problemas no son malos, ni perjudiciales, al contrario; son parte de nuestro entrenamiento y son los que dan el sabor a nuestra vida. Alguien sin problemas sería un autómata sin nada en que pensar. Problemas los hay que nos afectan emocionalmente y otros que no, pero todos son problemas al fin y al cabo.

Lo curioso de todo esto, es que la mayoría de los problemas emocionalmente fuertes, son creados por nosotros mismos, o retroalimentados por nosotros. Mientras no tengamos más ocupaciones, cualquier pequeña dificultad, la amplificaremos y apmlificaremos, para darle sentido y tener algo en que pensar.

El problema (valga la redundancia) está, en que en estos interesantes casos, desarrollamos tanto nuestra situacion, que llegamos a hacerla absurda o básicamente infundamentada. Al ser un gran problema cultivado por nosotros mismos, éste se ramifica y torna difusa su base. Empezamos a intentar recordar cuál fué su génesis, pero el haberlo fortificado tanto, causa que sus raices sean fuertes y endurezcan la tierra al rededor, dificultando bastante la labor de cavar y descubrir el por qué de nuestro pesar.

Nos mantenemos ocupados, siempre hacemos cosas. Puede ser en preparar un examen de fin de semestre, o simplemente en qué comprar para apaliar un hambre del momento. Pero en ciertas ocaciones, si somos lo suficientemente afortunados, nos encontramos en tiempos muertos, con actividad relativa; por ejemplo, caminar. En estos momentos, podemos pensar con la mente mucho más despejada, porque nuestro cuerpo está ocupado en una actividad mecánica, y no tenemos otra tarea que pensar.

En estas magníficas ocaciones, somos capaces de indagar en nuestro ocupado inconciente mientras éste se distrae en conducir nuestras piernas para evitar tropiezos. Nos deslizamos a nuestro interior a hurtadillas, y podemos espiar nuestros archivos y obtener valiosa información; la información es poder, es poder para subir nuestro ánimo, entendernos, y ser un poco más felices aún.

El entendernos es una abstracta tarea diaria, de la que solo podemos cuidar mientras tengamos estos productivos y enriquecedores tiempor muertos. Durante el transcurso de esta misión de espionaje, podemos llegar a las raices de nuestros etéreos problemas cultivados sobre nosotros mismos.

Hay un destello, una flamígera chispa que estalla en el momento exacto en que encontramos aquel detalle crucial. Nuestro cuerpo se estremece de la emoción al enterarse que nos hemos comprendido a nosotros mismos. Hemos descubierto que este ramificado y enraizado problema es solo una agrietada corteza, a punto de dejarse destruir por el viento. Las ramas caen lejos, dejando un tronco hueco, sin fundamento alguno.

Somos por un efímero instante, realmente felices, alcanzamos una satisfacción pocas veces alcanzable con soluciones materiales. Hemos descubierto que nuestro problema es apenas un brote intentando surgir de la tierra. Lo tomamos, lo admiramos por un instante, lo dejamos sobre una piedra, y dejamos que el sol se encarge de degradarlo y nos libramos limpiamente de él. Lo hemos comprendido, analizado, y solucionado en un tiempo muerto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mm...
es realmente tan complicado?
mmmmmm....
por qué no vivir el momento y disfrutarlo?
recuerda que un momento nunk es igual a otro...
tranquilo niño...
Besitos, te quiero.

Pedro dijo...

Gracias, estoy tranquilo, hace tiempo no lo estaba de hecho (onda, mira los otros post jaja).

Ese tiempo muerto me revitalizó :D

Anónimo dijo...

nada es tan complicado ni nada es tan fácil, puede sonar tontamente obvio pero creo q existe algo en lo q acertaste, cada faceta, hecho o experiencia son partes de ese todo q somos; concuerdo contigo en q es en esos "espacios muertos" donde liberamos nuestro poder de reflexión, logramos encontrar lo q no buscabamos y la desición es propia lo sumas al diverso conjunto de cargas o simplemente lo sacas para q muera en el exterior.
Pero en lo q no concuerdo es en la forma como q defines estos espacios ¿muertos?, muertos son los q viven sin saber, los q se niegan a pensar o peor aun los q no osan regalarse una mirada introspectiva. La acción de reflexionar siempre te devuelve el aliento, justo cuando por momentos te dejas llevar por el facilismo de la tontera; es asi q considero q son esos los espacios + productivos, los q + se acercan a la vida y nos alejan de lo terrenal

Pedro dijo...

Lo de "espacio muerto" es una forma sintetizada y demasiado implícita al parecer de decir "espacio que nadie sabe aprovechar"...